Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 16 de diciembre de 2022

Novena de preparación a la Navidad


Las celebraciones de Navidad, junto con las de Semana Santa y Pascua de resurrección, son las principales fiestas del calendario cristiano. A lo largo de los siglos, junto a las ceremonias litúrgicas se han desarrollado una gran cantidad de tradiciones y celebraciones populares, especialmente durante los últimos días de Adviento.

Durante siglos, en estos días se representaban “autos sacramentales” (escenificaciones de los acontecimientos que narran los evangelios sobre los misterios de la encarnación y de la natividad), “pastorelas” (cantos de los pastores en su camino hacia el portal de Belén, acompañados por instrumentos tradicionales). 

En algunos lugares se representa la lucha entre los pastores y los demonios (identificados con los siete pecados capitales). Los demonios acosan a los pastores con trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir, pero ellos siguen caminando hasta encontrarse con Jesús.

En varios países de América se conservan las “misas de aguinaldo”, las “parrandas”, la “novena al Niño Jesús” y otras expresiones de piedad. Es costumbre celebrar la misa muy temprano, antes de acudir cada uno a sus trabajos y obligaciones.

En algunos lugares de Andalucía se conserva la costumbre de celebrar las “jornaditas” en recuerdo de los 9 meses de embarazo de la Virgen y de las 9 jornadas de camino que realizaron María y José desde Nazaret a Belén. Cada día se preparan imágenes de María y de José caminando, sentados junto a un pozo o pidiendo alojamiento. Junto a ellas se entonan las letanías de la Virgen, “coplas del Niño” y “cantos de campanilleros”, entre otros.

“Las posadas” se siguen celebrando en muchos lugares, tanto de España como de América latina. Se organiza una procesión con las imágenes de la Virgen y S. José o con unos niños convenientemente vestidos para representarlos, y se va de casa en casa pidiendo posada para que María pueda dar a luz. En otros casos se lleva en procesión una imagen del Niño Jesús. Se acompaña del rezo del rosario, cantos sencillos e ingenuos y reparto de dulces entre los niños. En México es normal terminar rompiendo la “piñata” y compartiendo dulces y chocolate mientras se cantan villancicos.

Santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz fueron devotos de estas prácticas piadosas, que ayudan a centrar la atención en las celebraciones navideñas de una manera fraterna y desenfadada. Ambos compusieron coplillas y villancicos para la ocasión. También santa Teresita, santa Edith Stein y otros santos del Carmelo.

En muchos conventos y monasterios carmelitanos, cada tarde, después de vísperas, la comunidad va en procesión con cantos hasta la celda de un religioso o de una religiosa. Al llegar, se hacen unas oraciones y se entrega una imagen del niño Jesús al que allí mora. Al día siguiente pasa la jornada de retiro, preparándose para la Navidad. El día 23 se lleva a la celda del prior o de la priora. El 24 por la tarde se lleva el niño Dios en procesión al coro, donde se reza solemnemente el Oficio de Lecturas antes de la Misa de la noche.

Les propongo estas oraciones para la novena de preparación a la Navidad:

San José y Santa María, queremos peregrinar con vosotros desde vuestra casita de Nazaret hasta Belén, la casa del pan. Queremos gozar de vuestra compañía. Os queremos seguir como enamorados que caminan buscando vuestras huellas; como sedientos necesitados de llegar a la fuente de agua viva que lleváis con vosotros.

La soledad del alma solo se llena con la presencia de “el que ha de venir”. Vosotros sois los portadores del “esperado de las naciones”. Cada aurora nos habla del “sol que viene de lo alto”. Decidnos: ¿cuánto tardará en brillar su luz sobre la faz de la Iglesia y sobre nosotros, sus hijos? Que la aurora se convierta en mediodía. Que nuestra fe se haga visión arrodillada en Belén.

Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del Nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Pueden concluir con las "letanías de Adviento a Cristo", que se encuentran en este enlace:

- Letanías a Cristo.

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