Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 24 de octubre de 2017

Los fundamentalismos


Normalmente, al hablar de fundamentalismo, pensamos en el islámico, que pretende aplicar estrictamente la ley coránica en la vida social. Pero no debemos olvidar que también existen fundamentalismos hindú, budista, judío y cristiano (que se basa en una lectura literal de la Biblia, rechazando la interpretación contextual). 

También hay varios fundamentalismos políticos, algunas veces unidos a religiones tradicionales y otras promoviendo una cosmovisión antiteísta y antirreligiosa. El fundamentalismo religioso suele calificarse como «integrista» y el político como «extremista».

Tanto los fundamentalistas religiosos como los políticos coinciden en presentarse como los únicos depositarios de la verdad, en no aceptar que sus opiniones sean cuestionadas y en su desprecio y agresividad hacia los que piensan de manera distinta a ellos.

En principio, es bueno que las religiones y los grupos sociales busquen sus fundamentos para clarificar y fortalecer su identidad. Pero el momento fundacional no agota las posibilidades de una religión ni de un grupo social, que se desarrollan a lo largo de los siglos. 

En este sentido, el filósofo Henri Bergson distinguía dos tipos de religión: la estática y la dinámica. 

La religión «estática» gasta sus energías en buscar seguridades. Combate el miedo asegurando que sus certezas doctrinales, sus ritos y sus normas de conducta son inmutables. En definitiva, rechaza las fatigas de la duda y el ejercicio de la razón crítica. De ahí nace el fundamentalismo.

La religión «dinámica», por el contrario, sabe que sus conocimientos son incompletos y su comportamiento es imperfecto, por lo que siempre busca mejorar (convertirse, usando un lenguaje bíblico). Según Bergson, la religión dinámica culmina en la mística, cuya cima está representada para él por san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús.

Este contraste entre religión «estática» y «dinámica» se puede comprender muy bien si hacemos referencia a una idea fundamental de la Biblia judeo cristiana: la de la elección. Mientras que algunos subrayan el hecho de haber sido elegidos por Dios, otros consideran que la elección siempre es para una misión.

Este tema lo desarrollaremos mañana, si Dios quiere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario