Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Rosh HaShaná. Inicio del año judío


Mañana y pasado se conmemora "Rosh Hashaná" (el año nuevo judío), por lo que las celebraciones comienzan esta tarde, cuando salga la primera estrella en el firmamento.

Con el toque del sofar (un cuerno de carnero) se dará inicio al mes "tishrei", cuando Dios creó el mundo, por lo que entraremos en el año 5778, según el calendario hebreo.

"Rosh Hashaná" literalmente no significa "inicio del año", sino "cabeza del año". Los judíos consideran que la relación de "Rosh Hashaná" con los demás días del año es análoga a la relación de la cabeza con los demás órganos del cuerpo.

Por eso, el elemento fundamental de esta fiesta es reconocer el señorío de Dios sobre cada personas y el deseo de tener una buena relación con él a lo largo de todo el año que hoy empieza.

En la cena festiva de hoy es costumbre comer dátiles, calabazas, cabeza de carnero, manzana mojada en miel y otros platos dulces, que simbolizan el deseo de un nuevo año lleno de dulzura y sin amarguras. También es típico comer granadas, que representan un año de abundancia. 

Estos días (y los próximos) se caracterizan por el examen de conciencia y el análisis de las acciones realizadas durante el año anterior. Las casas se llenan de velas encendidas por las mujeres y se recitan bendiciones especiales.

Las celebraciones culminarán el sábado 30 de septiembre, con la conmemoración del "Yom Kipur" (el día de la expiación).

Los "Yamim Noraim", los diez días de arrepentimiento que transcurren entre "Rosh Hashaná" y "Yom Kipur" son la gran oportunidad que Dios concede a los hombres para que se reconcilien entre sí, salden sus deudas y se dispongan a pedir perdón. 

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