Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 6 de noviembre de 2021

Mártires del Señor, rogad por nosotros


El 6 de noviembre se celebra la memoria de varios miles de españoles martirizados durante la persecución religiosa que tuvo lugar entre 1931 y 1939. Entre ellos hay varios grupos de carmelitas: el P. Eufrasio del Niño Jesús (martirizado en Asturias en 1934), el P. Lucas de San José y 13 compañeros martirizados en Barcelona, el P. Eusebio del Niño Jesús 16 compañeros martirizados en Toledo, El P. Alberto Marco Alemán y 8 compañeros martirizados en Caravanchel, el P. Ángel María Prat Hostench y 16 compañeros martirizados en Cervera, así como otros frailes, monjas de claustro, carmelitas misioneras, carmelitas de la enseñanza y otras personas unidas al Carmelo por distintos vínculos, incluido san Pedro Poveda, fundador de la Institución teresiana.

Aquí presento los distintos grupos con más detenimiento y recojo las oraciones de la misa:
https://padreeduardosanzdemiguel.blogspot.com/2012/11/6-noviembre-beato-eufrasio-del-nino.html

Recordemos que durante la segunda república española fueron asesinados por odio a la fe unos 7.000 sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas. A los mártires les ofrecían apostatar de su fe para conservar la vida, o mantenerse fieles y ser martirizados. Todos prefirieron la muerte a vivir sin Cristo que es, con mucho, lo mejor.

Aunque la mayoría de ellos fue asesinada en 1936, al inicio de la guerra civil española, ninguno murió por causas políticas ni fue combatiente en la guerra. De hecho, la persecución contra los católicos, la matanza de sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos y la quema de iglesias y conventos comenzó años antes de que estallara la guerra.

Es verdad que durante la guerra civil española murieron personas inocentes en los dos bandos, pero los mártires (tanto los que fueron sacrificados durante la contienda como los que lo fueron antes) dieron sus vidas por Cristo y por la conversión de los que los mataban, pidiendo a Dios que los perdonara.

Por desgracia, la persecución de los cristianos no es cosa del pasado. Cada año miles de fieles mueren solo por profesar la fe en Cristo. Mientras tanto, los que vivimos en ambientes donde es fácil ser cristianos, somos muchas veces incoherentes y perdemos el tiempo en mil tonterías.

Que los mártires y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor y nos consigan una fe valiente y perseverante. Amén.

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