Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 11 de septiembre de 2014

En la Cruz está la vida y el consuelo


Hoy me encuentro en Caravaca de la Cruz (provincia de Murcia, en España) para predicar esta tarde en el quinario en honor de la Santísima Cruz. Este año, como preparación al quinto centenario del nacimiento de santa Teresa, predicaremos cinco carmelitas descalzos: los padres José Francisco Santarrufina (provincial de Aragón - Valencia), Manuel Martín de la Sierra (responsable del V centenario en la provincia), Pascual Gil (prior de Caravaca), David Jiménez (prior de Ávila) y un servidor (sin otro título que el gran cariño que conservo en mi corazón por Caravaca y los caravaqueños).

En este blog ya he hablado en varias ocasiones de la fiesta de la Exaltación de la Cruz y de la Cruz de Caravaca. Les recuerdo brevemente que desde muy antiguo se celebraban dos fiestas en honor de la Cruz en Jerusalén, una el 3 de mayo y otra el 14 de septiembre. Hoy en el calendario universal permanece la de septiembre y la de mayo se sigue celebrando en muchos sitios (con más participación popular que la septiembre), aunque ya no se recoge en el calendario litúrgico universal.

La primera parece tener origen en la consagración de la basílica que santa Elena mandó construir sobre el Gólgota (s. IV) y la segunda en la devolución a la ciudad de Jerusalén de la reliquia de la Cruz, que había sido arrebatada por los persas (s. VII).

Como este año la fiesta de la exaltación de la Cruz cae en domingo (y las fiestas del Señor tienen precedencia sobre los domingos del tiempo ordinario), el 14 de septiembre estaremos todos unidos celebrando el amor de Cristo, que le llevó a entregarse por nosotros en la Cruz.



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