Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 18 de junio de 2021

El santuario de la Virgen del Carmen en Haifa


Haifa era un sencillo pueblo de pescadores hasta mediados del s. XX. Hoy es la tercera ciudad más poblada de Israel, llamada “la perla de Oriente”, por su belleza. Con un gran puerto, numerosas industrias y una importante universidad especializada en nuevas tecnologías. Está construida en las faldas del Monte Carmelo y la baña el mar Mediterráneo. 

Por su puerto entraron la mayoría de los judíos después de la II Guerra Mundial. Es la sede de la fe Bahai y en su templo, rodeado de hermosos jardines persas, está enterrado su fundador. Los hebreos dicen: “En Jerusalén se ora, en Tel-Aviv se divierte, en Haifa se trabaja”.

“Carmelo” significa “jardín de Dios” o “viña de Dios”, aunque también se puede traducir sencillamente por “huerto” o “vergel”. Hoy es una reserva natural de flora y fauna. El profeta Elías vivió en sus cuevas y realizó en el Carmelo sus mayores gestas. Ya en el Antiguo Testamento se estableció allí una comunidad de fieles que se preparaba para la manifestación del mesías (la llamada "escuela de los profetas").

A partir del s. IV, numerosos ermitaños cristianos se retiraron a vivir en las cuevas de la montaña. En el s. XII, un grupo de cruzados latinos se consagraron a vivir en obsequio de Jesucristo, imitando a la Virgen María, en cuyo honor construyeron una capilla. En 1207, el Patriarca san Alberto de Jerusalén escribió para ellos una regla de vida. Tomaron el nombre de "Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo". 

Las sucesivas guerras entre los cruzados y los sarracenos hicieron que se alternaran momentos de paz y de persecución. Finalmente, en 1291 Acre cayó definitivamente en manos de los musulmanes. Los carmelitas que no consiguieron huir a Europa fueron masacrados.

Varios textos antiguos hablan de los primeros carmelitas: «viven en pequeñas celdas y, cual abejas del Señor, se dedican a elaborar en sus colmenas una miel espiritual de exquisita dulzura». Desde que los carmelitas fueron expulsados, los edificios quedaron deshabitados y se arruinaron. 

El padre Próspero del Espíritu Santo recuperó el Monte Carmelo para la Orden en 1631. Desde entonces, el monasterio ha sido varias veces destruido y reedificado.

El monasterio "Stella Maris" en la cima del Monte Carmelo es el principal santuario de la Virgen del Carmen en todo el mundo. Desde allí se contempla la ciudad y la bahía de Haifa, hasta Akko (San Juan de Acre), y al norte se pueden divisar las ciudades del sur del Líbano. 

En su interior está la gruta del profeta Elías. La cueva es visitada por los musulmanes, judíos y cristianos de todas las confesiones, que suelen celebrar sus bautismos en la basílica de la Virgen.

En nuestros días, parte del edificio se ha adaptado para la acogida de peregrinos. 

Frente al monasterio se alza el faro que fue la antigua hospedería carmelitana y una columna con una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Chile. Sobre la puerta hay una cerámica valenciana que representa a la Virgen del Carmen. También son valencianas las cerámicas del Vía Crucis de la huerta del monasterio.

Delante de la puerta de la iglesia hay una pequeña pirámide, colocada sobre el sepulcro de los soldados franceses de Napoleón que fueron masacrados por los turcos en la zona.

Cerca se encuentra la capilla de la Sagrada familia, construida sobre un antiguo molino de viento y que la tradición identifica como el lugar de descanso de la Sagrada Familia a su regreso de Egipto. En la misma zona se encuentra la capilla de Santa Teresa, con el cementerio de la comunidad, y el monasterio de las carmelitas descalzas. Un poco más abajo, la cueva “el Kader”, la “escuela de los profetas”, hoy sinagoga en honor de Elías.

He tenido el gozo de alojarme en este precioso lugar en varias ocasiones, acompañando a peregrinos por la tierra de Jesús y de María. Espero que los problemas de esta pandemia se vayan solucionando y el año próximo podamos organizar una nueva peregrinación.

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